Presta atención a tu entorno, observa cada detalle, detente en cada objeto, en cada color, en los olores, las texturas y las sensaciones que te brinda la piel. Se consiente de las proporciones, los volúmenes y las diferencias.
Luego cierra los ojos, deja que tu ser se integre a lo observado y elije uno de los objetos, retira al resto de tus pensamientos, aligera la realidad en la que te enfocas, siente que el objeto es único y es todo lo que existe. Ahora, lentamente, comienza a cambiarlo, altera todos los detalles que puedas, elige el color de lo que lo rodea, ponle música, dale vueltas, construye un nuevo objeto, una nueva realidad.
Deja fluir tu imaginación, aliméntala. Nada te impide fundar un nuevo todo en torno a lo recién imaginado. Que la locura tome posesión de tu ser y de ese universo recién creado. Inventa una nueva realidad y justifícala con argumentos plenos de falacias para hacer lugar a tanto desatino, se arrogante, quítale a los quejosos de siempre la posibilidad de negar lo hecho o contradecirte. Dalos por ignorantes o, peor, enfermos de envidia por lo que has logrado.
Nada importa más que tu voluntad, exclama a quien quiera escuchar que esa es la realidad que estas dispuesto a defender pese a quien le pese, tengan o no razón. El universo es tuyo, lo has construido y nadie puede oponerse a ese relato.
Luego cierra los ojos, deja que tu ser se integre a lo observado y elije uno de los objetos, retira al resto de tus pensamientos, aligera la realidad en la que te enfocas, siente que el objeto es único y es todo lo que existe. Ahora, lentamente, comienza a cambiarlo, altera todos los detalles que puedas, elige el color de lo que lo rodea, ponle música, dale vueltas, construye un nuevo objeto, una nueva realidad.
Deja fluir tu imaginación, aliméntala. Nada te impide fundar un nuevo todo en torno a lo recién imaginado. Que la locura tome posesión de tu ser y de ese universo recién creado. Inventa una nueva realidad y justifícala con argumentos plenos de falacias para hacer lugar a tanto desatino, se arrogante, quítale a los quejosos de siempre la posibilidad de negar lo hecho o contradecirte. Dalos por ignorantes o, peor, enfermos de envidia por lo que has logrado.
Nada importa más que tu voluntad, exclama a quien quiera escuchar que esa es la realidad que estas dispuesto a defender pese a quien le pese, tengan o no razón. El universo es tuyo, lo has construido y nadie puede oponerse a ese relato.
Ahora abre los ojos, despierta, deja de soñar, porque la realidad seguirá allí, inmutable a tu delirio, imponiéndose a pesar de todo, haciéndote saber que lo tuyo fue solo imaginación.
Me encantó, al principio pensé que venía onda gurú pero después entendí...todos hacemos un poco eso, desde buda que nos dice "todo es una ilusión" la diferencia es que algunos se creen "eso" como algo indiscutible están los otros que con cierta perspectiva entienden que..."todo es una ilusión".
ResponderEliminarbesossssssssssss